Juan Nepomuceno Alfonso, 1931

Fecha
2015-05-26
Autores
Centro de Producción de Contenidos Culturales "Las Fronteras Cuentan", Corporación Cultural Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero
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Editor
Resumen
JUAN NEPOMUCENO ALFONSO. Ex-combatiente de la Guerra de Corea 1951-1953. Historia Oral. PARTE II. Recuerda con mucha nostalgia y dolor como en el “Cerro del Chamizo” le mataron a los compañeros que llevaban la munición de la ametralladora con una ráfaga muy violenta que los envolvió y a él lo hizo rodar como unos siete metros con el trípode enredado en su cuerpo. Nunca supo qué tipo de proyectil fue, lo cierto es que sus compañeros murieron y el resultó herido en una pierna y en un brazo cuando fue rescatado. Cuenta también de la braveza y pericia de su enemigo con el uso de la bayoneta calada, ya que ellos eran más expertos en mantenerse bajo tierra en las trincheras; diríase que parecían Curies. También cuenta que tenían a veces que cubrir sus cabezas con los cuerpos de sus compañeros caídos, en pleno línea porque los enfrentamientos eran cruentos y no cesaban y se sentía mal cuando veía llegar los restos de sus compañeros muertos, sin pies, sin brazos, sin cabeza. Era terrible y triste. Los cadáveres fueron devueltos a los diferentes países de origen. En combate los alimentos le llegaban por aire y llegaban enlatados. Dentro de sus anécdotas cuenta que cuando llegó el invierno pidió permiso al sargento encargado para hacer un árbol de navidad y otros soldados de otras unidades de otros países estando en plena línea de combate, estuvieron de acuerdo en la idea, y desde muy temprano acordaron ornarlo con muchos detalles de la guerra, vainillas fotos y objetos de recuerdo. El árbol estaba instalado fuera de la trinchera, y para celebrar el momento en la noche, encargaron unas botellas de “Whisky coreano” con la población civil para acompañarlo con la cena, que en realidad era el almuerzo que habían guardado para la noche de navidad. Estando en esos arreglos, el flanco enemigo lanzó un proyectil rasante que paso sobre sus cabezas y arrastro el arbolito, dejando solo el polvero sobre sus cabezas. Esta situación les causo mucha tristeza, porque se desvanecía un sueño: La celebración de la navidad. En realidad, fue un golpe muy duro. El comenta que cuando los proyectiles eran lanzados, hacían un ruido espantoso y eso los ponía en alerta ya que podía aparecer por cualquier sitio de la línea. Si no hubiera sido por el ruido de los proyectiles, muchas vidas se hubieran se perdido. Afirma Juan N. Alfonso que “en esta guerra murieron 134 muertos, pero hubieran podido ser más, de no haber sido por la preparación tan intensa que tuvieron”. Otra situación que se presentaba continuamente, era el tiroteo. Nunca había silencio, porque era de parte y parte. También recuerda la propaganda que enviaban los aviones de los enemigos chinos y coreanos, en donde les preguntaban a ellos, porque habían venido los colombianos a matarlos, si esta guerra no era de ellos; pero los colombianos ya no podíamos hacer nada. Ya estábamos allá y más comprometidos en una guerra ajena de la cual no podían salir, sino hasta cuando el gobierno decidiera ir por ellos y firmara con acuerdos internacionales la paz. Mirar desolación de los campos, las habían barrido completamente, los cultivos ya no existían y los cadáveres por todos lados. Eran unas situaciones muy tristes. Cuenta Juan N. Alfonso, “que un día iban a tomarse un cerro y él se sentía muy cansado, arrojó su ametralladora a un lado y se quedó tendido descansando en una piedra muy grande, quedándose del resto del grupo y pensó para sus adentros: Que haga Dios, su voluntad. Cuando de pronto fue sorprendido por un proyectil que cayó muy cerca del sitio donde estaba y le arrojó arena y piedras encima. Su cansancio terminó y corrió a buscar a sus compañeros y a contarles. La verdad, todos gozaron con su historia, porque se olvidó del cansancio que tenía porque ya no pensó en morir, sino en vivir. Cuenta Juan N. Alfonso “que dormían en carpitas en las zanjas de arrastre cuando estaban en las línea de fuego, por lo general se dormía por raticos ya que en la línea no había tranquilidad ninguna. Para descansar mejor, eran relevados e iban a los campamentos de la compañía, porque allí les daban comidas calientes”.
Descripción
[Registro Audiovisual] Duración: 30 min. Edición: Edwin Javier Polo Entrevista realizada por: Lorena Anyelin Corvera Villamizar, Historiadora. Lugar y fecha: Cúcuta, marzo 13 de 2015. Sitio: Centro de Producción de Contenidos Culturales “Las Fronteras Cuentan”.
Palabras clave
Alfonso, Juan Nepomuceno 1931- , Historia Oral , Guerra de Corea 1951-1953 , Batallón Colombia
Citación